Una de las mayores problemáticas cuando emprendes es cómo reinvertir y no irte a números rojos. Pues conmigo aprenderás hoy, desde mi experiencia con La Madeja Sureña, cómo gastar los peniques sin miedo a la pérdida.
Ya les conté en capítulos anteriores que la inversión inicial de La Madeja Sureña fue de alrededor de 37 dólares y que en los primeros 4 meses de operación, superó los 500. Pues bien, quiero que tú logres lo mismo e inclusive mejor, porque significa que mi experiencia te sirvió.
Aquí no nos pondremos teóricos, pero sí es necesario que aprendas a ser pragmático a la hora de mover el dinero de un lado para otro cuando comienzas cualquier negocio.
Manejar un negocio es como manejar una casa, es decir, siempre habrá gastos inesperados por más organizado que tengas todo. Falta de materiales, etiquetas, envíos más caros, etc. Por eso, debes mover cada moneda como si fuera un juego de ajedrez, pues muchas veces tendrás que cambiar tus planes de inversión de un momento a otro.
Recuerda que emprender es libertad, que invertir en tu negocio no es un gasto y que cada paso que des debe darte un penique en algún minuto de tu vida.